Un mundo cada vez más globalizado necesita una respuesta a las necesidades de los clientes, y el e-commerce se presenta como la opción más rentable para un negocio. Sin embargo, esta moda en auge tiene sus luces y sombras, y conviene conocerlas para aquella persona que se quiera lanzar al mundo e-commerce.
Ventajas
Flexibilidad horaria: el e-commerce te permite tener tu propio horario, adaptarlo a tus necesidades y a tu vida diaria. Además, tu web siempre estará disponible las 24 horas del día todos los días del año por lo que tus clientes pueden comprar a cualquier hora del día. No solo eso, también es totalmente compatible con el teletrabajo.
A coste reducido: el e-commerce no precisa de un establecimiento físico, puesto que no se invierte dinero en compra o alquiler. Añadido a esto, destaca el reducido coste que supone mantener una plataforma en Internet y las facilidades que proporciona para contactar con proveedores, clientes e inversores.
Un alcance mucho mayor: frente a los comercios convencionales, el e-commerce supone un mayor alcance puesto que esta opción no entiende de limitaciones geográficas. Esto se traduce en un aumento en la cantidad de clientes que se pueden atraer a tu negocio.
Mayor y mejor exposición de productos, información y servicios: el e-commerce favorece la comparación y una muestra más completa de productos y de servicios de un negocio. Además, proporciona más información acerca de los mismos, como los precios y las características.
Ofertas más personalizadas: el e-commerce te permite ofertar productos y servicios personalizados para tus clientes, así como recomendaciones y descuentos, creando una experiencia online favorecedora y atractiva.
Mayor conocimiento sobre tus clientes: puedes obtener información de tus clientes como su correo electrónico o direcciones para conocer mejor sus gustos y ofrecerles productos y servicios personalizados, creando fidelidad.
Mayores ingresos: se reducen costes en elementos como producción, personal o ubicación física. Esto se une a un mayor alcance en ventas y el margen de beneficios de tu negocio se ve incrementado.
Desventajas
Mantenimiento de la web: aunque el coste de mantenimiento es bajo, no es extraño que ocurran problemas técnicos. Es necesario una serie de conocimientos previos para poder lanzarse al mundo e-commerce sin grandes riesgos; o recurrir a empresas de hosting que a precio reducido pueden asesorarte correctamente.
Enorme competencia: la competencia del comercio en Internet es feroz, por lo que conseguir ventas o fidelización de clientes puede ser una ardua batalla contra otras empresas, sobre todo en nichos de mercado tan potentes como la industria textil, por ejemplo.
Mayor tiempo de entrega: la venta online requiere un tiempo de espera desde que se encarga un producto o servicio hasta que el cliente lo recibe, generando impaciencia. En este caso es importante ser honesto e informar acerca de cuánto tiempo tendrá que esperar tu cliente hasta recibir su pedido, así como ser puntual con el mismo.
Los objetos no se pueden ver físicamente: los clientes se guían a través de elementos como imágenes, opiniones y características. Como consecuencia, muchos desconfían al no poder ver o tocar los productos. Para combatir es desconfianza es necesario realizar un esfuerzo en dar el mayor detalle posible acerca del producto o servicio con videos, imágenes o incluso guías.
La lucha por la visibilidad: debido a la enorme competencia, es necesario dedicar mucho tiempo y esfuerzo en tener visibilidad en internet, lo que puede aumentar los costes.