Latinoamérica ha estado marcada por complejas situaciones que han afectado el bienestar de sus comunidades. Los esfuerzos e iniciativas desarrolladas por diferentes organizaciones y líderes en la región no son suficientes, incluso muchos se han profundizado en los últimos años.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible se establecieron como un compromiso común para atender los más graves como la pobreza, el hambre o precarias condiciones de empleo. Hoy miles de iniciativas públicas y privadas están alineadas con estos propósitos y han logrado importantes resultados. Sin embargo, más de un año de pandemia por COVID 19 ha puesto en jaque estos avances y suma nuevos retos para la humanidad.
Los avances tecnológicos que habilitaron el surgimiento de nuevos modelos de negocios y dieron forma a la economía digital han demostrado su potencial para encontrar innovadoras y eficientes soluciones a antiguos desafíos. Desde la computación en la nube a la inteligencia artificial, desde el blockchain a internet de las cosas, las posibilidades de estas tecnologías emergentes son asombrosas. El uso innovador de estas herramientas digitales puede crear infinidad de oportunidades para superarnos y retomar el trabajo por mejorar la calidad de vida de miles en la región.
Por eso, SAP y Socialab vuelven a unirse en esta nueva versión de Social Innomarathon que, a través de la innovación abierta, desafían emprendimientos latinoamericanos a mitigar la pobreza, erradicar el hambre y asegurar una educación de calidad, un trabajo decente y un crecimiento económico sostenible para sus comunidades. Iniciativas basadas en modelos de negocio con alto potencial de impacto, que usen la tecnología basada en herramientas digitales y gestión de datos de manera innovadora para la generación de impacto positivo en cientos de personas.
Desafíos a resolver:
Objetivo 1: Poner fin a la pobreza en todas sus formas en todo el mundo
A nivel mundial, el número de personas que viven en situación de extrema pobreza disminuyó desde un 36 % en 1990 hasta un 10 % en 2015. No obstante, el ritmo al que se produce este cambio está disminuyendo, y la crisis de la COVID-19 pone en riesgo décadas de progreso en la lucha contra la pobreza. Una nueva investigación publicada por el Instituto Mundial de Investigaciones de Economía del Desarrollo de la Universidad de las Naciones Unidas advierte de que las consecuencias económicas de la pandemia mundial podrían incrementar la pobreza en todo el mundo hasta llegar a afectar a 500 millones de personas más, o lo que es lo mismo, a un 8 % más de la población total mundial. Esta sería la primera vez que la pobreza aumente en todo el mundo en 30 años, desde 1990.
Objetivo 2: Poner fin al hambre
Tras décadas de una disminución constante, el número de personas que padecen hambre (medido por la prevalencia de desnutrición) comenzó a aumentar lentamente de nuevo en 2015. Las estimaciones actuales indican que cerca de 690 millones de personas en el mundo padecen hambre, es decir, el 8,9 por ciento de la población mundial, lo que supone un aumento de unos 10 millones de personas en un año y de unos 60 millones en cinco años.
Objetivo 3: Garantizar una educación inclusiva, equitativa y de calidad y promover oportunidades de aprendizaje durante toda la vida para todos
La educación permite la movilidad socioeconómica ascendente y es clave para salir de la pobreza. Durante la última década, se consiguieron grandes avances a la hora de ampliar el acceso a la educación y las tasas de matriculación en las escuelas en todos los niveles, especialmente para las niñas. No obstante, alrededor de 260 millones de niños aún estaban fuera de la escuela en 2018; cerca de una quinta parte de la población mundial de ese grupo de edad. Además, más de la mitad de todos los niños y adolescentes de todo el mundo no están alcanzando los estándares mínimos de competencia en lectura y matemáticas.
Objetivo 8: Promover el crecimiento económico inclusivo y sostenible, el empleo y el trabajo decente para todos
Incluso antes del brote de la COVID-19, era probable que uno de cada cinco países (en donde habitan miles de millones de personas que viven en situación de pobreza) vieran sus ingresos per cápita estancarse o reducirse en 2020. A día de hoy, las perturbaciones económicas y financieras derivadas de la COVID-19 (como las alteraciones en la producción industrial, la caída de los precios de los productos básicos, la volatilidad del mercado financiero y el aumento de la inseguridad) están desbaratando el ya de por sí tibio crecimiento económico y empeorando los riesgos acentuados de otros factores.
En esta convocatoria pueden participar emprendedores con el potencial de ofrecer sus productos o servicios a otras empresas y que su modelo de negocio use las herramientas digitales y/o la gestión de datos de manera innovadora, para resolver situaciones que padecen sus comunidades relacionadas con la pobreza, el hambre, la educación de calidad, el empleo decente y el crecimiento económico sostenible.
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