
Oyster es una startup cuyo objetivo es el de permitir contratar en remoto sin importar el país de origen. La empresa, nacida en San Francisco, pero que carece de sede física, acaba de conseguir una inyección de capital de 20 millones de dólares.
La Ronda de financiación ha estado liderada por Emergence Capital, un fondo especializado en empresas de software. El partner que lideró la operación, Jason Green, es conocido por ser miembro fundador de Endeavor y por ser uno de los primeros inversores de Zoom y Salesforce.
Oyster se define como una plataforma de recursos humanos para compañías distribuidas. Su principal objetivo es el de facilitar el crecimiento internacional, dando a los miembros del equipo la experiencia que merecen, contratando en cualquier lugar, con una nómina y las ventajas locales.
La startup cuenta con 30 empleados y tiene clientes en México, Estados Unidos, Canadá, Líbano y Europa. Algunas empresas que ya usan el servicio son Mapped e Impala.
La plataforma funciona como un SaaS (servicio de software por suscripción) y cobra 29 dólares por empleado, aunque aseguran que el precio es una cuestión filosófica. «Si una compañía está en América Latina, África o ciertas partes de Asia, lo natural es que la cuota se adapta a esos mercados. Hacerlo forma parte de nuestra misión».
Oyster nació en 2019 sin oficina física. La pandemia supuso una aceleración inesperada para la empresa. Su creador, Jack Mardack insiste en la necesidad de dar oportunidades fuera de los núcleos de concentración de talento habituales. «Hay quien tiene título y no se puede sumar al entorno laboral. Y, al contrario, hay quien tiene una habilidad, sin título, y con capacidad».
Mardack se mudó a San Francisco a finales de los 90 tras estudiar medicina. Ha pasado de liderar Altavista, uno de los primeros buscadores, a liderar el marketing de Eventbrite y Prezi, dos startups de éxito internacional.