Ante un mundo cada vez más concienciado sobre el medio ambiente, son muchas las empresas que deciden aportar su pequeño grano de arena. Algunos a través de la alimentación, otros a través de la búsqueda de nuevas fuentes renovables y que apenas produzcan emisiones, como es el caso de Ence.
Ence es la primera empresa de España en producción de energía renovable con biomasa forestal y agrícola. Esta energía procede del uso y aprovechamiento de la materia orgánica formada en algún proceso biológico, que se realiza a través de la combustión principalmente. Tampoco es dependiente de otros elementos como el agua o el viento, y es totalmente gestionable.
La biomasa es también un recurso energético autóctono, que previene los incendios y evita la quema incontrolada de rastrojos (contribuyendo así a disminuir las emisiones de CO2). Por si fuera poco, es posible su hibridación con otras energías renovables como la termosolar y la fotovoltaica. Su desarrollo en España, además, es innegable.
Además de ser rentable a nivel sostenible, también lo es a nivel económico: es la única energía renovable que presenta un balance económico positivo por los beneficios generados dada su capacidad de creación de empleo, de desarrollo del medio rural y de contribución a la mejora del medio ambiente.
Ence ya suministra energía eléctrica en diez plantas diferentes: tres en Huelva, tres en la provincia de Ciudad Real, dos en Córdoba, una en Mérida y una en Jaén. Sus plantas tienen una capacidad de producción de hasta 2000 GWh.
Al igual que el planeta, Ence no espera, y ya tiene claros sus objetivos para el futuro. Aparte de su expansión a otras comunidades autónomas como Galicia o Asturias, buscan aumentar el volumen de producción de celulosa, reducir el cash cost, diversificar sus productos de celulosa hacia productos higiénicos absorbentes y viscosa; y por encima de todo, fortalecer la fiabilidad, flexibilidad, excelencia medioambiental y seguridad en sus plantas. Una apuesta grande por un planeta mas sano.